"Fronteras del Espíritu: Pensamientos Críticos sobre Religiones"

"En lo personal, no me interesan las religiones ni sus doctrinas, ni dogmas, ni nada de lo que se pueda encontrar en esos mundillos, por así decirlo. Y hablo de todas las religiones habidas y por haber: no me interesan, no me llaman, no me cautivan. Eso no quiere decir que niegue la existencia de Dios o, mejor dicho, de un creador, lo cual naturalmente te lleva a preguntarte con qué fin existimos, cuál es el propósito. En esto me voy a basar en la creencia judía. Para muchos es una religión, pero para mí es una historia escrita, transmitida de generación en generación. Me refiero a la Torá, que muestra a un pueblo desde sus cimientos como ejemplo de cómo las religiones destruyen las civilizaciones. Podría enumerar sinfín de ellas (el Dios europeo, los dioses occidentales, los hinduistas, los egipcios y todos los demás).considerándoles fanatismo religioso a estas.

 Si uno debe creer en un Dios creador, la adoración para mí nunca tuvo sentido. Lo veo como estampidas frenéticas corriendo hacia los templos sin razón alguna, lo cual es insólito. "Pero cada quien a lo suyo". Es lo único que puedo rescatar de estas clases de religiones, y ni tanto, ya que están condenadas a ser sectarias, pues ese es su verdadero propósito: descarriar a las civilizaciones para que no cumplan ese propósito que tanto se anhela saber como individuos, el porqué y el para qué estamos aquí. Como todo creador, nada es gratis y todo cuesta; esa es la verdadera gracia de Dios.

Ahora bien, no quiero quedar como hipócrita, ¿por qué no considero que la creencia judía no  es una religión? Si bien anhelan tanto ese templo como si fuesen a saciar ese propósito, la forma en que yo lo veo es por el mismo hecho en el que se levantó. Ese problema psicológico de adorar fue el verdadero propósito y significado espiritual, no religioso, (al que llaman pacto con Dios). Y por ende, fue el único que no  a  prevalecido, a diferencia de los demás templo, y si hablamos sobre el  pacto podría decir que  perdura al igual que la historia transmitidas ya que es algo espiritual, y por ende ese significado los únicos que podrán darse cuenta es lo que todavía pueden ver. "y me refiero en el sentido espiritual.

versión IA:

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**En lo personal, no me interesan las religiones ni sus doctrinas, dogmas, ni nada de lo que se pueda encontrar en esos mundillos, por así decirlo. Hablo de todas las religiones habidas y por haber: no me interesan, no me llaman, no me cautivan. Eso no quiere decir que niegue la existencia de Dios, o mejor dicho, de un creador, lo cual naturalmente te lleva a preguntarte: ¿con qué fin existimos?, ¿Cuál es el propósito de nuestra vida? Estas preguntas fundamentales son inevitables, pero las respuestas que ofrecen las religiones organizadas a menudo me resultan insatisfactorias o limitadas.**

**Voy a basarme en la creencia judía para ilustrar mejor mi perspectiva. Para muchos, el judaísmo es una religión; para mí, es una historia escrita, transmitida de generación en generación, que tiene un significado más profundo. No la veo como una mera institución religiosa, sino como un relato de la lucha de un pueblo por entender su propósito, su pacto con Dios, algo que va más allá de la simple adoración ritual. En este sentido, la Torá me parece más un testimonio histórico que un dogma religioso. Refleja el surgimiento de una civilización, mostrando cómo las religiones, a lo largo del tiempo, han sido capaces de destruir civilizaciones completas.**

**De hecho, podría enumerar sinfín de ejemplos donde las religiones han hecho más daño que bien: el Dios europeo, los dioses occidentales, el hinduismo, los dioses egipcios y tantos otros. Considero que cuando una religión se transforma en fanatismo, se convierte en un vehículo de división y destrucción. El acto de adoración, visto de esta manera, pierde completamente su sentido. No logro comprender cómo correr frenéticamente hacia un templo o rendir culto a imágenes puede conectarnos con lo divino. Se siente insólito, vacío, una estampida carente de propósito verdadero. Sin embargo, reconozco que cada persona es libre de vivir su fe como mejor lo entienda. Aun así, no puedo dejar de pensar que muchas de estas religiones están condenadas a ser sectarias, pues su verdadero propósito parece ser desviar a las civilizaciones de la búsqueda de su sentido más profundo.**

**Esta desviación impide que las personas encuentren las respuestas a las preguntas fundamentales de su existencia. ¿Por qué estamos aquí? ¿Para qué? No se trata solo de adorar, sino de entender, de trascender. Como todo lo que tiene un creador, nada es gratis y todo tiene un precio. El verdadero propósito de la vida no se revela en actos de adoración vacíos, sino en la lucha por comprender ese costo, por alcanzar una conexión auténtica con el origen de todo lo que somos. Esa es, en mi opinión, la verdadera gracia de Dios.**

**Ahora bien, no quiero sonar hipócrita. ¿Por qué no considero que la creencia judía sea una religión en el mismo sentido que las otras? Si bien muchos judíos anhelan la reconstrucción de su templo como si eso fuera a cumplir su propósito, veo en esa historia algo más profundo. El verdadero valor del judaísmo, desde mi perspectiva, no está en el ritual o en el templo, sino en el significado espiritual del pacto que hizo con Dios. No fue un acto de adoración religiosa en el sentido común, sino una conexión espiritual única que ha costado mucho esfuerzo mantener a lo largo de la historia. Esa conexión es lo que le ha permitido prevalecer, mientras que otras civilizaciones, atrapadas en el fanatismo, han desaparecido.**

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Jose Perazza 
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